Hace ya 15 años que un cirujano francés con amplia experiencia en laparoscopia diagnóstica ginecológica, Philippe Mouret, efectuó la primera colecistectomía bajo control laparoscópico.
Tras este hecho se iniciaba uno de los avances mas importantes en la cirugía moderna, que algunos han definido como 'la revolución laparoscópica'.
La Cirugía Laparoscópica (CL) es un nuevo abordaje quirúrgico para las enfermedades quirúrgicas abdominales que se basa en la reducción del traumatismo parietal que significa la realización de las amplias incisiones habituales para llevar a cabo la mayoría de las intervenciones intrabdominales. La minimización del traumatismo parietal y la reducción en la manipulación visceral y de su exposición al aire ambiente favorece una rápida e indolora recuperación postoperatoria, junto a una importante disminución de las complicaciones generales y de la herida y un evidente beneficio estético.
La CL depende de forma básica de una serie de elementos tecnológicos que permiten distender el abdomen con un gas (CO2) (insuflador) sin su amplia apertura, visualizar su contenido mediante un sistema videoptico (cámara, óptica y fuente de luz) y su proyección en una pantalla de televisión. El cirujano efectúa la intervención quirúrgica mediante instrumentos de fino calibre introducidos de forma percutanea a través de trocares.
La realización de la intervención sin palpación directa de las estructuras anatómicas, controlada a través de una pantalla que reduce la sensación de profundidad y efectuada con instrumentos más largos y finos dificulta de forma importante la ejecución de las maniobras quirúrgicas lo que requiere un largo entreno por parte del cirujano para poder realizar con éxito dichas intervenciones.
En el momento actual se han descrito y efectuado múltiples intervenciones quirúrgicas mediante un abordaje totalmente laparoscópico, y en muchos casos se ha convertido en la técnica de elección. Hay que destacar en primer lugar a la colecistectomía, una de las
intervenciones más frecuentemente practicadas en cirugía general, y que
en el momento actual es una indicación universalmente aceptada para su abordaje laparoscópico.
Las enfermedades funcionales de la unión esofagogastrica tributarias de tratamiento quirúrgico (hernia de hiato, reflujo gastroesofágico y acalasia) constituyen un segundo grupo que se benefician de forma sustancial del un abordaje minímamente invasivo, y existe un total acuerdo entre los cirujanos de las ventajas de la aplicación de la CL.
También la adrenalectomía y la esplenectomía en bazos no aumentados de tamaño constituyen excelentes indicaciones para el abordaje laparoscópico. En pocos años, el abordaje laparoscópico se podría convertir en la técnica de elección para las enfermedades del colon y la cirugía de la obesidad.
La CL es inevitablemente un paso más hacia una cirugía del futuro en el que las repercusiones físicas tras cualquier procedimiento quirúrgico en forma de dolor, fatiga y grandes incisiones o la recuperación hasta una actividad normal sean reducidas al mínimo, a la vez que se obtiene el resultado terapéutico esperado.